Las escuelas están formando alumnos que saben competir pero que aun no han aprendido a aprender, las evaluaciones cada vez mas exigentes orienta al alumno a estudiar para sacar las mejores calificaciones y competir entre los primero lugares. Aunque el aprender quede de lado, con los años de estas practicas abortivas del aprender, el amor por el aprendizaje se va muriendo y conseguimos muy buenos académicos listos para seguir compitiendo en el mercado laboral. Y se dan la ingrata sorpresa que aun en el mundo laboral tendrán que seguir aprendiendo sin saber hacerlo, lo académico se convertirá en algo más practico y no sabrán afrontar su realidad.
El aprender va más allá de sacar buenas calificaciones, es cuando recuerdo sobre la consulta de algunos catedráticos universitarios, donde se preguntan por que hay alumnos que son muy buenos aprendiendo, pero que no sacan buenas notas. “Sentimos que calificamos solo el momento y no todo el aprendizaje” remarco uno de ellos, otro me explico que sienten que hacen un daño al alumno al calificarlo mediante exámenes que sabemos que no responderán, pero en clase nos demuestran que si saben.
Es allí donde reflexionamos y decimos, será bueno al alumno enseñarle mas información para que utilice su cerebro para registrar, o es que tenemos que avocarnos a enseñar al estudiante a como sacar lo mejor de si, para resolver cualquier problema, o es que tenemos que educar en valores con acciones practicas tomando al docente como modelo. Despertar la capacidad creativa de los estudiantes debe ser todo una corriente de acciones que involucren el estimulo de esta capacidad humana capaz de resolver cualquier situación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario