EL PODER, EN LA EDUCACION Y LA FAMILIA

El dominio personal, es la piedra angular de toda sabiduria

El poder entendido como la fuerza interior que puede mover ideas y convertirlas en acción transformando una realidad. En ese contexto podemos asegurara que todo ser humano tiene ese deseo de poder y el primer que debemos ejercer es sobre nosotros mismos, buscando una transformación permanente y logrando nuestro dominio personal. El gran dilema de la mayoría de seres humanos, es no alcanzar dominar ese poder y sin darnos cuenta, ese poder se manifiestas en muchos espacios de nuestra vida, como en el campo del conocimiento y la familia.
Sí el conocimiento también otorga poder, si no, miremos a los estudiantes que sacan muy buenas notas y como ese poder hace que muchas personas le rodeen y quieran aprender de ellos. Las chicas muchas veces buscan a las estudiantes que tienen más conocimiento y dominio de las materias educativas.
El docente también ejerce poder sobre los alumnos, por su conocimiento y por su función, este poder muchas veces no es canalizado como se debe en su verdadera dimensión que es el transformar, vemos como profesores invadidos por el poder que les otorga el conocimiento o el cargo, se nublan ante los nuevos cambios y no perdonan al alumno que le quiere demostrar que pudo equivocarse en algo. Se convierte en un sabelotodo y no quiere darse cuenta que como todo ser humano solo sabe una pequeña porción y que es necesario seguir aprendiendo permanente mente.
Ya convertidos en padres de familia, también adquirimos poder en tres aspectos, el conocimiento, la independencia económica y el ser PADRES, cuando lo ejercemos sobre nuestros hijos y sobre nuestro cónyuge, ese poder nos pude llevar a construir un ser humano equilibrado, seguro e integro o un ser malvado, inseguro, inconsciente y poco responsable. El poder es la fuerza que puede descontrolar al padre y trata de ejercer tanto dominio sobre el hijo que acaba por ahogarlo. Cuando ejerce un poder sobredimensionado puede incluso llevar al descontrol de sus obligaciones y responsabilidades y formar un hijo sumiso o testarudo.
Por el contrario ese poder también puede asumirlo con dominio primero sobre ese poder y luego utilizar inteligentemente ese poder para influir y construir hombres íntegros.